Como supongo que sabréis, se acerca san Valentín y, aunque estamos de acuerdo que es una festividad inventada por los comercios y que cualquier momento es bueno para decirle te quiero a esa persona especial, tampoco está de más recordarlo por estas fechas. También pienso que no es necesario gastarse un dineral en un regalo espectacular porque un buen detalle, si además está hecho por uno mismo, creo que es suficiente y muy bonito. Recordad: "la vida es la suma de pequeños gestos y momentos".
Hoy os traigo unos bombones caseros rellenos de ganaché de Baileys. Pero, antes de empezar, voy a animaros porque parecen más complicados de lo que son con tanta explicación, así que no hay excusas para no ponerse manos a la obra. Lo único que necesitamos son unos moldes de silicona (yo los he comprado en el supermercado Lidl y no llegan a 2€ cada uno), un pincel pequeño (el mío de Ikea), un biberón de cocina (los venden, por ejemplo, en algunas tiendas de los chinos y en hipermercados), un termómetro de los que todos tenemos en casa y mucho cariño.
Por si aún tenéis dudas, voy a comentaros que son muy cremosos y tienen un pelín de licor que le aportan un toque especial.
Ingredientes para 30 bombones medianos:
Para el encamisado (parte externa del bombón):
- 200 g de chocolate negro 70% de cacao.
Para el relleno (Ganaché):
- 25 g de miel
- 125 g de nata de 35% materia grasa (la de montar)
- 200 g de chocolate con leche.
- 75 g de chocolate 60 % de cacao.
- 100 g de Baileys.
Para decorar:
Realización:
La he dividido en los siguientes cuatro bloques:
- Chocolate blanco derretido y unas avellanas tostadas y peladas.
Realización:
La he dividido en los siguientes cuatro bloques:
Encamisado de los bombones:
1º.- Derretimos el chocolate de 70% de cacao al baño María o al microondas (si es así lo iremos haciendo de 30 segundos en 30 segundos para evitar que se nos queme). Yo lo derretí en un electrodoméstico que parece un juguete, regalo de mi cuñado Rafa, pero que no os engañe su aspecto porque ha resultado ser muy efectivo y práctico.
2º.- Lo dejamos atemperar hasta que su temperatura baje por debajo de los 35ºC, para ello utilizaremos un termómetro casero (los expertos señalan que se debe bajar hasta alcanzar entre 27 y 31ºC, pero necesitaríamos unos termómetros más específicos).
Atemperar el chocolate es muy importante para que luego los bombones tengan un brillo bonito, pero, como son caseros y los primeros, vamos a sacrificar el aspecto por el sabor y, desde aquí, pido perdón a los expertos por mi osadía
3º.- Con un pincel pequeño vamos pintando bien el interior de los huecos del molde. Debemos procurar que queden bien cubiertos y no dejar "mentiras porque se nos saldría el relleno y quedarían muy feos. Además, la capa de chocolate que pongamos no debe ser muy fina, pero tampoco muy gruesa.
4º.- Cubrimos los moldes con un film o papel de aluminio y los meteremos en la nevera más o menos una hora.
5º.- Sacamos los moldes de la nevera y repetimos el paso anterior (esto hará que la capa del bombón sea más gruesa y no se nos rompan al sacarlos del molde).
6º.- Volvemos a cubrir los moldes y los metemos en la nevera hasta la hora de rellenarlos (1 hora por lo menos).
7º.- Reservamos el chocolate sobrante para el sellado de los bombones una vez los hayamos rellenado
Ganaché de Baileys:
1º.- Colocamos los dos chocolates (con leche y el de 60% de cacao) y los derretimos al baño María o al microondas (igual como hicimos en el paso 1 del encamisado).
4º.- Vertemos poco a poco sobre el chocolate, al mismo tiempo que batimos con unas varillas o batidora, la nata y la miel. Cuando la mezcla coja cuerpo, añadimos también poco a poco el Baileys y seguimos batiendo hasta obtener una mezcla homogénea y brillante.
5º.- Dejamos enfriar por debajo de 35ºC y rellenamos un biberón de cocina o una manga pastelera desechable (si no tenemos nada de esto se puede hacer con una cuchara de café, pero será más engorroso)
Relleno y sellado de los bombones:
1º.- Sacamos los moldes de la nevera y rellenamos los huecos, pero sin llegar hasta el borde para luego poderlos sellar.
2º.- Volvemos a derretir el chocolate que nos había sobrado del encamisado y lo atemperamos por debajo de 35ºC.
3º.- Cubrimos con el chocolate cada hueco, es decir, sellamos los bombones utilizando un par de cucharas de café.
También lo podemos hacer extendiendo una capa continua por el molde con la ayuda de una espátula o cuchillo, intentado que todos los bombones queden cerrados y que la capa sea lo más fina posible.
4º.- Cubrimos los bombones y los metemos en el congelador 1 hora más o menos (cuanto más fríos más fácilmente se desmoldarán sin romperse).
Desmoldado:
Variaciones y comentarios:
- Para el encamisado podéis poner el chocolate que os guste, no porqué ser de 70%.
- También podéis rellenarlos con praliné de avellanas, nutella o nocilla, chocolate blanco, etc.
- Tened en cuenta que si metéis los bombones en la nevera, perderán el brillo, pero si tenemos la calefacción en funcionamiento o hace mucho calor, es la única solución para conservarlos sin que se nos derritan. Lo importante es que seguirán estando igual de ricos y si no quedan muy ortodoxos, siempre se pueden comer con los ojos cerrados...jejeje.
Animaos a hacerlos, están buenísimos.
Madre mia que bombones , se me hace la boca agua , gracias paco .
ResponderEliminarPues anìmate...están de muerte..
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