Carrusel

sábado, 14 de febrero de 2015

Una pizza para San Valentín





Cuando uno piensa en hacer algún plato por San Valentín, le suele venir a la cabeza alguno dulce porque son más coloridos, vistosos (solo tenemos que mirar la mayoría de blogs de cocina en internet) y porque solemos celebrar las fechas señaladas con manjares cargados de azúcar. Y en principio yo no iba a ser menos, pero mi amiga Rosa me ha hecho cambiar de opinión, por eso he decidido hacer uno salado, que a todo el mundo le gusta y que, además, es sencillo, aspecto muy importante porque pienso que en estas fechas hay cosas más interesantes que hacer que perder el tiempo en la cocina.
Se trata de una pizza, sí una pizza, pero, para darle un toque especial, con forma de corazón.

Ingredientes para una pizza para dos:

Para la masa:
  • 225 a 250 g de harina de fuerza (hoy día la encontramos en cualquier supermercado)
  • 110 ml de agua natural o un poquito tibia, pero sin pasarse de temperatura ya que si no mataremos las levaduras (tampoco fría)
  • 13 g de aceite de oliva virgen.
  • 5 g de levadura fresca de panadería (también la podemos encontrar en cualquier supermercado en la sección de yogures)
  • 5 g de sal.
  • 1/2 cuchara de café de azúcar.
Para el relleno:
  • 3 o 4 cucharadas de tomate frito o crudo triturado.
  • 100 g de queso rallado (yo he utilizado una mezcla de 4 quesos)
  • 2 cortadas de queso de cabra en rulo pequeño.
  • 2 cortadas de bacon ahumado en pedazos.
  • 2 tomates cherry cortados por la mitad.
  • 2 espárragos cortados en rodajas pequeñas.
  • Un poco de orégano seco.

Realización:

La masa:

1º.- Disolvemos la levadura en el agua.





2º.- Colocamos la harina en un bol y con el dedo hacemos un hueco en el centro donde vertemos el agua con la levadura disuelta.






3º.- Añadimos la sal y el azúcar y mezclamos.








4º.- Vertemos el aceite y seguimos mezclando.






5º.- Echamos la mezcla sobre la encimera, bien limpia, y amasamos hasta obtener una masa lisa y más o menos elástica (unos 10 o 12 minutos). Para el amasado nos podemos ayudar de una amasadora, thermomix o panificadora, lo que facilita enormemente la faena.













6º.- Hacemos una bola con la masa y la colocamos en un bol con un poco de harina.








7º.- Tapamos el bol con un paño húmedo (no mojado) y dejamos reposar en un lugar cálido y sin corrientes de aire (en invierno cerca de un radiador, por ejemplo)  hasta que la masa duplique su volumen. 







8º.- Extendemos la masa con un rodillo, en una superficie con un poco de harina, dándole forma circular.





9º.- Hacemos un molde de corazón grande con un papel o cartón





10º.- Con ayuda del rodillo trasladamos la masa a una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado (de horno) y la arreglamos.











11º.- Colocamos el molde encima de nuestro círculo de masa y recortamos los bordes con un cuchillo afilado o un cortador de pizzas.








12º.- Podemos aprovechar la masa sobrante recortándola, utilizando para ello moldes más pequeños.







El relleno:

1º.- Extendemos el tomate frito o crudo triturado (según nuestro gusto) y cubrimos con el queso rallado.







2º.- Colocamos las cortadas de queso de cabra, los tomates, los espárragos y el bacon.







3º.- Espolvoreamos por encima un poco de orégano seco. Aquí podéis ver una flor seca de esta hierba aromática, de nuestra cosecha.








4º.- La metemos en el horno precalentado entre 220ºC y 240ºC y la horneamos hasta que esté dorada (unos 12 a 15 minutos, depende del horno)

5º.- Servimos y ¡al ataque!






Variaciones:





  • Si no queremos o no podemos hacer la masa, otra opción es comprar una base en el supermercado, recortarla y rellenarla.
  • Ni que decir tiene que podemos sustituir el relleno por otro cualquiera que sea de nuestro agrado, ya que la pizza admite todas las variantes que se nos ocurran.
  • Si nos sobra algún trozo, fría también está muy rica
  • Es un plato ideal para hacerlo en familia


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